Hay mil y un estudios que demuestran la importancia de la música en los seres vivos, para aquellos que necesitan una razón científica para creerlo. Pero no hay más que disfrutarla para darse cuenta de que la música te cambia la vida.

Y lo que hace que la vida te cambie a mejor, se debería respetar más. Y más cuando las cosas se complican.

El mundo está pasando por un momento complicado y la música está triste porque no se la está cuidando. Todos los profesionales llevamos mucho tiempo pidiendo ayuda, desde antes incluso que llegara el bicho. Es verdad que es un sector que, en ocasiones deja que el ego oscurezca la necesidad de alzarse en una sola voz, pero ahora que por fin estamos más unidos, y mirando por el futuro común de la música, los poderosos siguen sin tomarnos demasiado en serio.

Existe la necesidad de enseñarle al mundo que el artista que está sobre el escenario, entregándonos su alma en forma de canción, es también la representación de todas las personas que han trabajado sobre ese artista (estilistas, coaches, managers, entrenadores…), sobre esa canción (autores, productores, arreglistas, músicos, estudios, ingenieros…), y sobre ese escenario (empresas de sonido e iluminación, backliners, técnicos, personal de sala…). Sin mencionar todos los trabajos conexos como transportistas, empresas de catering o cualquier otro servicio que evidentemente está implícito en cualquier negocio.

Y todo ello simplemente para hacernos disfrutar, evadirnos de los momentos difíciles y crear links directos a recuerdos imborrables.

Por ejemplo, sabías que el maravilloso “Thriller” de Michael Jackson, fue compuesto por Rod Temperton?